España, Francia, Reino Unido, Canadá, Australia, Suecia, Rumania y Jordania, entre otros países, pidieron a sus ciudadanos en el Líbano que abandonen el país «lo antes posible» ante el riesgo de una guerra en Oriente Medio, a la espera de un posible inminente ataque de Irán y del grupo libanés terrorista Hezbolá contra Israel.
El Ministerio de Exteriores francés pidió a sus ciudadanos que «tomen ya sus disposiciones para abandonar el Líbano lo antes posible» debido a que la situación es «muy volátil».
En la misma línea, el Gobierno británico urgió a sus nacionales que salgan ahora del Líbano, mientras haya vías comerciales para hacerlo ya que la situación de seguridad puede «deteriorarse rápidamente».
En los últimos días, varias aerolíneas han suspendido o aplazado sus vuelos desde y hacia el Líbano debido a la escalada de tensión derivada del bombardeo israelí en Beirut que mató al máximo comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr, y al asesinato atribuido a Israel en Teherán del jefe político del grupo palestino terrorista Hamás, Ismail Haniyeh.
Otros países occidentales como Canadá, Australia y Suecia -que cerró su embajada en Beirut- también pidieron a sus ciudadanos que evacuen el Líbano, un país que tan solo cuenta con un aeropuerto para vuelos comerciales.
La embajada de Estados Unidos en Beirut, por su parte, no pidió explícitamente a sus nacionales que abandonen el país pero sí animó «a quienes deseen salir del Líbano a que reserven cualquier billete disponible».
Otros países, como Canadá, Argentina y Hungría, entre otros, han emitido recomendaciones para que sus ciudadanos eviten viajar al Líbano.
Esto se produce después de que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, amenazara a Israel con vengarse por el asesinato de Haniyeh; mientras que el jefe de Hezbolá, Hasán Nasrala, anunció que responderá con fuerza al bombardeo que mató a su máximo comandante en la capital libanesa.
Fuente: EFE