Por Gonzalo Quintana
El poder del quincho es tal que nos hace hablar a todos, desde el presidente hasta el Cura Párroco y el sacristán, de los temas que sus estrategas le sugieren a los efectos de mantener su poder y que sus sicarios políticos se encargan de instalar en la agenda pública.
Pero, él “jefe” no tiene que hablar. Es el poder del engaño, a través del silencio. Si habla tiene que predicar amor, paz, unidad, patriotismo. La verdad, sus intenciones reales deben exponer sus sicarios que tienen más que ganar en dinero con él que dignidad y prestigio por el servicio a la nación; porque ya no les sobra nada de esto, y no cotiza.
Es todo tan peligroso, tan tramposo, tan cínico y desvergonzado que sería muy irresponsable no plantearse, más que como posibilidad, la probabilidad de escenarios de violencia. Estamos jugando con fuego porque hay una persona que quiere que juguemos con fuego. Si es eso,…es una persona.
Ahora instalaron la idea, encubre dos en realidad, de que hay que modificar el art 169 de la CN que refiere al Impuesto inmobiliario. Ya movieron desde el presidente hasta los intendentes sobre un tema que no tiene sentido. Pero, en realidad pretenden el debate sobre la enmienda, para el impuesto, o la reforma (que permitiría la reelección presidencial). Es un feroz globo sonda doble propósito.
Lo que dice la Constitución: art. 169 – DEL IMPUESTO INMOBILIARIO Corresponderá a las municipalidades y a los departamentos la totalidad de los tributos que graven la propiedad inmueble en forma directa. Su recaudación será competencia de las municipalidades. El setenta por ciento de lo recaudado por cada municipio quedará en propiedad de la misma, el quince por ciento en la del departamento respectivo y el quince por ciento restantes será distribuido entre las municipalidades de menores recurso, de acuerdo con la ley”
Lo que queda claro es que la Constitución habilita al presidente y al Congreso que son los que intervienen en la creación de una ley a destinar esos recursos utilizando la ley de presupuesto o una ley especial. No hace falta modificar la Constitución para utilizar eficientemente esos recursos, la ley es la vía adecuada.
Lo que piensan, probablemente, es que sacarles recursos a los municipios de menores recursos y a las gobernaciones les puede costar electoralmente, van a perder votos. Los municipios de escasos recursos son muchos. Nada mejor que echarle la culpa a la constitución, como siempre lo hacen, si ese fuera el objetivo real. Pero, no lo es.
Me propuse no referirme al tema porque me parecía que no debía prestarme al juego y dejarme arrastra por una corriente que va a otro destino no al que dicen que va.
Pero, cambie de opinión cuando el presidente habla que es la forma de consolidar el proceso de descentralización. No es así.
La descentralización es la redistribución del poder con base territorial. Tiene el propósito de acercar la solución de los problemas al lugar donde se originan. El concepto está directamente relacionado a mejor la condición de vida de la gente, en su cotidianidad, con las autoridades que conviven con ellos.
Los que más sufren la falta de servicios, de infraestructura y oportunidades son los municipios de escasos recursos. Estas carencias generan la migración hacia centros urbanos haciendo que estos sufran también la ineficiencia de esos servicios e infraestructura.
Había una vez que un joven empezaba a defender estas ideas, ahora parece que cambió.