La niña Jimena Ríos Sotelo, de 2 años, quien se encontraba conectada a un corazón artificial, en el Hospital Pediátrico de Acosta Ñu, falleció en horas de la tarde-noche sábado. La paciente se hallaba en una situación crítica.
La pequeña estaba aquejada de una miocardiopatía dilatada severa y se encontraba en el Hospital Pediátrico de Acosta Ñu desde hace varios meses, a la espera de un corazón que penosamente no llegó. A pesar de los esfuerzos médicos para mantenerla estable mediante el uso de soporte artificial, su condición empeoró y, finalmente, partió a la eternidad.