Esteban Espinoza recobró su libertad tras cinco años en prisión por un crimen que no cometió. Se comprobó que no tuvo nada que ver con el asesinato de expareja cuyo cuerpo amaneció sin signos de vida. Libró una incansable batalla contra las autoridades del país para demostrar su inocencia en un delito que no cometió.
Con la muerte de su novia que tenía 18 años, inició la pesadilla para Espinoza.
El abogado Miguel Godoy, relató que el joven tenía el sueño de sobresalir en el fútbol y sus padres, quienes se encontraban en España, le habían mandado los pasajes para poder ir a España y probar suerte en un club. Sin embargo, una semana antes del viaje, quedó detenido por un homicidio que no cometió.
Según Godoy, la novia el muchacho, que en ese entonces tenía 18 años, lo invitó a una fiesta en una granja, por la anfitriona de nombre Sandra Fernández. Sin embargo, solo estuvieron un rato en la granja, ya que la señora Sandra se peleó con su pareja.
Los jóvenes salieron con Sandra y la dejaron en un punto de la ruta, pero la misma apareció muerta.
Refirió que el inicio de la investigación fue la cuestión y la fiscal Teresita Paredes, responsable del caso, llevó a juicio oral, luego vino la obligación de sustentar los elementos de prueba.
«La solución está en que los juicios sean orales, los preliminares sean orales y se cumpla uno de los requisitos del sistema que es la oralidad», expresó el profesional del derecho.
Comentó que con su defendido analizan una denuncia contra el Estado por el daño moral, pero que de momento, el joven no quiere ver documentos. «Lo único que quiere es disfrutar de su libertad y disfrutar de su deporte. Estaba preso hace 5 años por un presunto homicidio», acotó Godoy.
Godoy comentó que el Tribunal cuestionó bastante la investigación, en este caso a la expareja de la difunta y a otras personas por el actuar del Ministerio Público.