Una tragedia conmocionó a la ciudad de Pilar, Departamento de Ñeembucú cuando una niña de apenas 2 años murió en el hospital local tras ingerir medicamentos antirreumáticos pertenecientes a su padre. A pesar de los esfuerzos médicos, la pequeña llegó con fallos multiorgánicos que resultaron irreversibles.
Según informó la fiscal Lourdes Ramírez, la menor ingirió un medicamento conocido como Z-cal Reuma Forte mientras permanecía en un vehículo con aire acondicionado junto a sus hermanas. La familia, que había llegado desde Buenos Aires para visitar a parientes en Humaitá, no se dio cuenta de que la niña había accedido al fracaso de medicamentos.
Horas más tarde, la niña comenzó a presentar síntomas graves, como convulsiones y signos de intoxicación severa, fue llevada a una Unidad de Salud Familiar en Humaitá, donde los profesionales determinaron que necesitaba atención en un centro más especializado. Finalmente, fue trasladada al Hospital de Pilar, donde ingresó en estado crítico.
El diagnóstico indicó que la intoxicación había desencadenado un edema pulmonar, hipoxia cerebral y, finalmente, un paro cardiorrespiratorio.
Según la fiscal Ramírez, el equipo médico intento reanimarla durante 40 minutos, pero el deterioro de su estado era demasiado avanzado.
«Desde la ingesta hasta el desarrollo de los síntomas trascurrieron en tres cuatro horas, complicando cualquier posibilidad de tratamiento eficaz», explicó.
El médico forense, junto con el pediatra y otros especialistas que atendieron a la niña, confirmaron que el cuadro clínico era consistente con una intoxicación por medicamentos. Además, las autoridades descartaron la posibilidad de que la menor hubiera ingerido algún tipo de droga. La fiscal enfatizó la importancia de mantener los medicamentos fuera del alcance de los niños para evitar tragedias similares.
