Olimpia, el campeón del fútbol paraguayo, dio un salto de calidad con los refuerzos que llegaron. El de los nombres más ilustres es sin dudas Darío Benedetto, que más allá de no haber tenido muchos minutos, las veces que tocó, mostró que tiene calidad. En el juego en sí y desde lo postural, el Decano, se vio un cambio, se vio claramente el plan. El equipo de Martín Palermo buscará ser un equipo atrevido, ofensivo, audaz, con presión alta y cambio de ritmo. Y tiene con qué para proponer.
Al equipo le costó al inicio. Costó la transición de ataque a defensa. No generó mucho y de hecho, el primer gol nació de una gran jugada. Tres toques. Alex Franco le pegó desde fuera del área para romperle el arco de Nacional de Montevideo.
En la segunda chance, un penal bien cobrado tras una mano en el área del Tricolor uruguayo. Cambió por gol Hugo Adrián Benítez, con un remate fuerte al media altura, para una diferencia que se justificaba desde el juego.
Después del 2-0, el Decano manejó la pelota, se afirmó bien atrás y ya no sufrió. Para el miércoles de la Supercopa llega afilado. Es de esperar que, con los nombres correctos y la idea afilada, este Olimpia mostró destellos por dónde florecer.