Serie desde IPS (I).
Me dicen que me dieron prácticamente un corazón nuevo; lo usare para perseguir un sueño. El sueño de la democracia y la república plenas.
Desde mi lecho siento, percibo, indignación, un gran alboroto, pero sobre todo desorientación para enfrentar un estado de corrupción inocultable.
Siento que hay frustración y desesperanza. Estimo que es debido a que tomamos conciencia que la tarea de debilitar las instituciones está prácticamente hecha.
La misión, ejecutada sistemáticamente, de quitar toda credibilidad y confianza a las instituciones está prácticamente concluida.
Son tantos los corruptos y han llegado tan profundo que parece que son una fuerza incontenible sobre todo porque se los percibe muy bien organizados y conducidos.
En estos días estoy “reviviendo” la historia fabulada, que es la más divertida e inspiradora, del Rey Leonidas I y los 300 espartanos que con otros pequeños grupos de griegos lograron detener en las Termópilas al muy poderoso ejército persa por el tiempo necesario para que todo el sistema de defensa se recompusiera hasta expulsar al invasor.
Leonidas estaba absolutamente imposibilitado de armar un gran ejército. Buscó 300 guerreros, veteranos curtidos y probados para que sea la base de la defensa de su pueblo. Hicieron historia y convirtieron en leyenda universal su proclama “NO PASARAN”
Lo nuestro no es tan dramático, todavía. Pero necesitamos encontrar y recuperarlos para la acción a nuestros 300 veteranos curtidos que detenga esta tendencia tan destructiva.
Todos los partidos, todos los gremios empresariales, la sociedad civil organizada tienen sus veteranos curtidos. Tenemos que encontrarlos y activarlos.
Esta es una tarea mucho más fácil si aparece un Leonidas pero si no aparece el sentido del deber los unirá para enfrentar el malón.