En un acontecimiento considerado histórico, por primera vez un miembro de la comunidad de países del Caribe asumirá la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Se trata del ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Ramchand Ramdin, siendo el suyo uno de los países más chicos de América del Sur, con apenas 600.000 habitantes.
Este será el sucesor del polémico Luis Almagro, cuya gestión al frente del Organismo fue bastante criticada. Aunque Ramdin nunca tuvo el respaldo de la Casa Blanca ni ningún vínculo significativo con la administración Trump, pudo alcanzar el cargo gracias al férreo y sólido apoyo de la Comunidad de Países del Caribe, además de una actitud algo reticente de Estados Unidos que nunca se jugó del todo por el candidato que se supone era más de su preferencia, el Canciller de nuestro país, Rubén Ramírez Lezcano.
El representante de Surinam y nuevo Secretario de la OEA enfrentó una dura resistencia de la derecha regional debido a los vínculos de su país con China, además del hecho de que los países sudamericanos que terminaron apoyándolo en detrimento del candidato paraguayo, obligando a nuestra nación a retirar su candidatura, son considerados aliados estratégicos del gigante asiático, rival directo de los Estados Unidos.
Pese a esto, el enviado Especial para América latina de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, dijo al Miami Herald que consideraban tanto a Ramírez Lezcano como a Ramdin como candidatos «pro-estadounidenses», e incluso llegó a calificar como una narrativa falsa aquella que asegura que el representante de Surinam sea un agente de China.
Los norteamericanos exigieron al nuevo Secretario que pusiera el foco de sus esfuerzos en la defensa de la Democracia, esto en medio de las crisis que se han dado en países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, pero de momento, Albert Ramdin se ha limitado a hablar de un enfoque en el desarrollo sustentable de la región, por lo que reina la incertidumbre acerca de qué camino tomará su mandato al frente de la OEA.