Luego del potente terremoto de 7,7 que azotó Birmania el día de ayer, los equipos de rescate continúan trabajando buscando salvar a la mayor cantidad de personas posibles mientras aguardan la ayuda internacional, aunque estos mismos ya han reconocido que están llevando «más gente a los cementerios que a los hospitales».
Uno de los trabajadores humanitarios llegó incluso a decir que solo uno de los equipos ya tuvo que rescatar 30 cadáveres. La junta militar que gobierna el país desde un golpe de estado ocurrido en 2021, ya ha reconocido 1.644 muertos, 3.408 heridos y hasta 139 desaparecidos.