Por Ana Balbuena https://www.linkedin.com/in/anaibalbuena/
Con el tiempo, la formación y la experiencia como psicóloga organizacional y mentora, he descubierto una verdad poderosa: detrás de cada interacción, la mentoría —más que un acompañamiento— es un encuentro profundo entre conciencias. Pero ese encuentro solo florece si cada ser está verdaderamente presente.
Suele ocurrir que los clientes llegan a la primera consulta con la errada expectativa de una solución mágica y rápida, tal como también sucede en proyectos de consultoría con equipos dentro de una organización.
Para que un proceso de mentoría resulte productivo, se necesitan tres pilares: un deseo genuino de transformación desde el propio ser, una metodología clara por parte del mentor, y un alto nivel de compromiso de ambos. En estos encuentros se despliega la sabiduría interna de las dos partes, ampliando la conciencia tanto de quien acompaña como de quien es acompañado.
Sin querer caer en el cliché del “propósito”, tan presente en el discurso actual, sí quiero compartir que es mi deseo apoyar la activación del potencial profundo de las personas en sus ambientes de trabajo: jóvenes profesionales, líderes en transición, equipos que buscan reconectar con su identidad. Lo hago desde la conexión entre conocimiento, conciencia y estrategia.
La buena noticia es que hoy la mentoría está en expansión. Muchas empresas la integran en programas de desarrollo para perfiles seniors y juniors, aunque con cobertura todavía desigual. Por ejemplo, en Latinoamérica, solo entre el 7 y el 8 % del presupuesto de desarrollo se destina a perfiles junior, pese a que éstos representan el 57 % de las contrataciones y suelen quedar fuera de procesos de formación o mentoría estructurados.
En sectores específicos como tecnología y STEM, la mentoría también demuestra su poder:
• ***Laboratoria ha formado a más de 3.500 mujeres en habilidades tecnológicas, con una tasa de colocación laboral del 79 %, en parte gracias a redes de mentoría y acompañamiento.
• En entornos universitarios, se ha comprobado que la mentoría es clave para disminuir las brechas de género y fortalecer la retención de mujeres en carreras técnicas.
• En el ámbito emprendedor y social, es ya una herramienta central de desarrollo y sostenibilidad.
***Laboratoria es una organización social fundada en 2014 en Perú que capacita a mujeres en habilidades tecnológicas para que accedan a empleos de calidad en el sector digital. Su foco está en mujeres de contextos vulnerables en América Latina. Está considerada una de las iniciativas más influyentes de inclusión digital y género en la región, y ha sido reconocida por el MIT, el Foro Económico Mundial y Google.org.
Decimos que queremos líderes conscientes, culturas saludables, personas plenas. ¿Y si empezamos por crear espacios reales de mentoría, donde el desarrollo no se administre, sino que se viva? El momento de hacerlo posible no es mañana. Es ahora.
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