Ernesto Cuitláhuac Vázquez Reyna, delegado de la Fiscalía General de la República de México (FGR) en Tamaulipas, fue asesinado la tarde del lunes 4 de agosto en una de las jornadas más violentas para la entidad en meses recientes.
El crimen, perpetrado en una de las avenidas más transitadas de Reynosa y a plena luz del día, provocó un inmediato despliegue de fuerzas de seguridad y desencadenó una serie de reportes, bloqueos y mensajes oficiales que ilustran el clima de tensión que rodeó el ataque.
Según versiones oficiales y recopilaciones periodísticas, un comando armado interceptó al delegado mientras circulaba en una camioneta Cadillac Escalade negra, la cual no contaba con blindaje, a diferencia de la unidad asignada como vehículo oficial.
Los primeros datos indican que el ataque inició con el explosivo de una granada de fragmentación que fue arrojada contra la camioneta, lo que obligó a Vázquez Reyna a descender de la unidad.
Al salir del vehículo, una camioneta Ford Explorer blanca se acercó al funcionario y, sin que sus ocupantes descendieran, dispararon en múltiples ocasiones contra Vázquez Reyna. Instantes después, la camioneta en la que viajaba comenzó a incendiarse.
La Vocería de Seguridad Tamaulipas, confirmó que en el incidente perdió la vida un servidor público federal y detalló que, desde el primer momento, se estableció coordinación entre la FGR, la Fiscalía General de Justicia estatal, el Gobierno de Tamaulipas y el Gobierno Federal para colaborar en el esclarecimiento del caso.
Después del atentado, la escena del crimen es acordonada de inmediato. Elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Ejército establecieron bloqueos en bulevares principales, desplazaron patrullas y helicópteros y extendieron operativos hacia sectores como Jarachina Norte y Sur, el bulevar Mil Cumbres y el Viaducto Reynosa.
Peritos y agentes ministeriales trabajan en la recabación de indicios, mientras fuerzas federales resguardan puntos clave ante el temor de nuevos hechos violentos.
Durante el mismo lapso, videos grabados por ciudadanos y difundidos en redes sociales muestran escenas donde se observa el momento del ataque y el vehículo envuelto en llamas. Se ve como los ciudadanos observan con terror la escena, mantienen su distancia y tratan de huir del lugar.
Fuente: Excelsior-México
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