El presunto líder narco, Julio César Duarte Servián y otros acusados por supuesto tráfico internacional de drogas y otros en el marco del Operativo Status, recibieron sus condenas, tras un juicio oral.
El Tribunal de Sentencia Especializado contra el Crimen Organizado, integrado por los jueces Federico Rojas, María Luz Martínez y Dina Marchuck condenó por lavado de dinero proveniente del narcotráfico a Julio César Duarte Servián, quien recibió 18 años de cárcel.
Además fueron sentenciados Víctor Paredes, a 14 años de cárcel; Luis Benítez, a 12 años de encierro; Juan Echagüe, a 13 años de cárcel; y Noelia Giménez, a 6 años de prisión.
Además el Colegiado de Sentencia dispuso el comiso de los bienes de los acusados, incautados durante la etapa investigativa.
También se revocaron las medidas y la prisión preventiva de los mismos, salvo Noelia Giménez, quien seguirá con medidas (por sus niños).
La acusación fiscal sostuvo que los procesados se instalaron en Pedro Juan Caballero con el objetivo de constituir empresas lícitas, con dinero producto de actividades ilícitas, a través de testaferros.
La investigación se inició a raíz de una información remitida por Brasil, en la que daban cuenta de la existencia de una organización criminal que se dedicaría al tráfico internacional de sustancias ilícitas en dicho país, que desde el año 2014 hasta el año 2020 traficó alrededor de 19 cargamentos de cocaína, con un total de aproximadamente 3 toneladas de dicha sustancia y que utilizaría al Paraguay, específicamente la ciudad de Pedro Juan Caballero para la realización de las conductas de lavado de activos vinculadas a la citada actividad criminal. Motivo por el cual se inició una causa en nuestro país, denominada Operación Status.
De acuerdo a la investigación de los fiscales antidrogas, la estructura criminal estaba integrada por varias personas, entre los principales se encuentran Emigdio Morínigo Ximenes, líder de la organización, y sus hijos Jefferson García Morínigo y Kleber García Morínigo quienes coordinaban las actividades ilícitas con su padre, además de Robson Lourival Alcaraz Ayala que actuaba como contador y tenía a su cargo la logística financiera del grupo.
Los mencionados se trasladaron a Pedro Juan Caballero a fin de radicarse en el país desde el año 2013, con el objeto de constituir empresas con apariencias lícitas mediante el dinero producto de las actividades ilícitas desplegadas por la organización a través de testaferros, quienes son personas del entorno familiar de los miembros de la organización y personas de su confianza. Así también, uno de los investigados es Julio Cesar Duarte Servían, quien sería accionista de una casa de cambios, a través de la cual habrían autorizado transacciones solicitadas por la organización criminal conformada por el Clan García Morínigo.
Fuente: El Observador / PDS Radio
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