El Monseñor Pierre Jubinville, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, hizo lectura de la Carta Pastoral en la homilía central de Caacupé 2025 y citó «las formas sutiles de la corrupción». Comentó que tiene una mirada a sectores de la vida común, la política, economía, ecología, justicia, salud, educación, la protección social y la corrupción.
En uno de los capítulos en referencia la Justicia, en el texto, la doctrina social de la Iglesia recuerda que la «Justicia es un bien intangible que sostiene la convivencia. Cuando la Justicia no funciona toda la vida social se resiente, se desalienta la inversión seria y responsable. Cuando ella no funciona, la armonía social se quiebra porque se pierde la confianza en las instituciones del Estado, se favorece la impunidad y la corrupción, al no existir sanciones efectivas. Del mismo modo, difícilmente se atrae inversiones económicas serias y responsables que garanticen la igualdad de derecho al trabajo digno y protección de la clase más vulnerable pues crece la percepción de que la ley solo se aplica a los pobres, lo que debilita la confianza de las instituciones».
Igualmente, habló de la dotación adecuada de jueces y de presupuesto de modo que la mora judicial no sea excusa para la injusticia, reforzar los mecanismos de selección y sanción de magistrados, «blindándoles de los arreglos políticos, apoyar a los jueces honestos y es posible una justicia limpia».
Se debe capacitar a la ciudadanía sobre los mecanismos de control, amparos y denuncias que la propia Constitución otorga.
«Vincular el tema justicia con el tema corrupción: Sin justicia no hay lucha real contra la corrupción», apuntó el sacerdote.
En otro capítulo recordó que la protección social no es caridad del Estado, es justicia social y concreción del Bien Común.
«Por eso, un país con tan fuerte tradición de solidaridad no puede aceptar que apenas el 28,6 % de la población tenga seguro médico, que el trabajo sea en más de 60 % informal, que las mujeres y los jóvenes sean los más desprotegidos, que miles de niños y adolescentes estén fuera de la escuela y que tantas familias deban endeudarse para tratar una enfermedad», agregó Jubinville.
Además, instó a garantizar la dignidad de las personas, Pensión del adulto mayor, Hambre cero en las escuelas, Mesas de protección social, pero «falta extensión, integración y continuidad».
Procurar que las diócesis, las parroquias y las instituciones eclesiales puedan garantizar la protección y la dignidad de sus trabajadores. «Debemos ser coherentes: incluso en la pobreza, asegurar condiciones de protección», lo subrayó.





















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