El exdiputado Orlando Arévalo presentó este miércoles su renuncia «formal, irrevocable y definitiva» al movimiento Honor Colorado, en medio del proceso judicial que enfrenta tras ser imputado por el presunto hecho de cohecho pasivo.
La decisión fue anunciada mediante un comunicado público en el que criticó duramente a la conducción del movimiento, afirmando que su salida es el paso “más coherente y responsable” ante el contexto político y judicial. Señaló que intentó dialogar en reiteradas ocasiones sin obtener respuesta de la dirigencia.
Arévalo sostuvo que, pese a haberse sometido a la justicia sin recurrir a los fueros parlamentarios, no recibió respaldo político y fue apartado en uno de los momentos más delicados de su carrera. Incluso afirmó que fue utilizado como “carne de cañón” para proteger intereses internos.
El exlegislador recordó que fue el diputado más votado de Honor Colorado en el Departamento Central y el tercero a nivel nacional, y cuestionó la concentración de poder dentro del comando político del movimiento.
Por estas razones, afirmó que ya no existen condiciones políticas, humanas ni éticas para continuar en Honor Colorado.
Finalmente, confirmó que su esposa, la concejala Carolina González, mantendrá su candidatura a la Intendencia de Lambaré, y aclaró que aún no ha iniciado conversaciones con otros movimientos de la ANR.
Arévalo enfrenta una imputación basada en presuntas negociaciones reveladas en chats atribuidos a Eulalio “Lalo” Gomes, que lo vinculan a supuestos acuerdos para favorecer a magistrados cuando presidía el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. El caso sigue en investigación.
























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