El Parlamento de Ucrania aprobó un proyecto de ley que prohíbe la «Iglesia ortodoxa» vinculada a Rusia. Se trata de un nuevo paso de ruptura religiosa, social e institucional de Moscú, dos años y medio después del comienzo de la invasión. La ley todavía tiene que ser rubricada por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
La nueva norma no prohíbe explícitamente la Iglesia, sino que ha establecido un mecanismo para garantizar que cualquier organización religiosa con amplia comunicación o lealtad a la Iglesia ortodoxa rusa tendrá que cortar esos lazos en un plazo de unos nueve meses o cesar su actividad.
La Iglesia afectada indicó, como reacción a esta aprobación, que no conserva ningún vínculo formal con la Iglesia ortodoxa de Moscú, dirigida por el patriarca Cirilo, leal al presidente ruso y partidario de la invasión a Ucrania.
La Iglesia ortodoxa ligada a Rusia era la más popular en Ucrania, pero viene perdiendo fieles en los últimos años, a medida que el sentimiento nacional ucraniano ganaba peso frente a Rusia.
De hecho, según una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, el 63 % de los ucranianos estaba a favor de la prohibición total de la Iglesia en mayo. Un 20 % más estaba a favor de que el Estado aumentara su control sobre las actividades de la Iglesia y solo un 12 % se oponía a que se tomaran medidas.
Fuente: EFE