El ataque de Israel fue realmente un éxito, luego de que encontraran la manera de hacer explotar los localizadores de personas, más conocidos como «beeper» que tenían los miembros de Hezbollah.
Durante este martes, miles de estos dispositivos explotaron en diferentes puntos del Líbano, generando una situación de completo caos generalizado.
Como resultado del ataque hay al menos ocho muertos hasta el momento, y los heridos ya se cuentan en más de 2.000.
Un funcionario de Hezbollah, que habló bajo condición de anonimato, señaló que la detonación de los localizadores era la “mayor brecha de seguridad” a la que se había visto sometido el grupo en toda su guerra con Israel.
Según publicaciones en las redes árabes, los artefactos que estallaron eran pagers, dispositivos obsoletos de baja tecnología utilizados por la organización terrorista Hezbollah para eludir la vigilancia israelí, que fueron distribuidos a sus operativos en los últimos días.
Según expertos, el grupo libanés empezó a usar estos dispositivos con más frecuencia desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas, el 7 de octubre pasado.
Miguel Ángel Gaspar, especialista en ciberseguridad, en entrevista con Radio 1000, señaló que ciberataques, como el realizado por Israel al hacer estallar aparatos “beeper” de miembros de Hezbollah en Líbano, solo son posibles con una logística adecuada para el efecto.
Aclaró que pese a considerársela como desfasada, la tecnología que utilizan los beepers sigue vigente, porque son dispositivos de señal analógica que llegan en terrenos montañosos, donde no es posible la conexión digital.
Gaspar destacó el despliegue realizado por Israel para implementar este tipo de ataques, ya que no solamente se creó la necesidad de reemplazar los celulares por los beepers por un aspecto de “seguridad”, sino que se instaló una marca y un modelo que era útil para la finalidad, además de haberse intervenido la cadena de suministro.