Rafael Ayala Mercado (30), acusado de haber asesinado de un balazo en la cabeza a su esposa y que dejó huérfanos a tres hijos menores, aseguró que el disparo se habría producido de forma accidental. El hecho se registró en la noche del sábado, en la colonia Mbarete de Ñacunday, Departamento de Alto Paraná.
Según el hombre, en la noche del sábado llegó a su casa, comenzó a limpiar su arma y en un momento dado se había producido de forma accidental un disparo que impactó en la cabeza de su pareja.
Ayala Mercado alegó que, en ese momento él fue atacado por su suegro con un machete, incluso siendo herido en la mano. Mencionó además que caminó 500 metros con su esposa herida, buscando ayuda pues ese día el camino estaba intransitable por la inclemencia del tiempo.
Admitió que efectivamente estuvo ingiriendo bebidas alcohólicas pero que no discutió con su esposa con quien tenía una relación de 10 años, según dijo. La víctima fatal fue identificada como Clara Belén Álvarez (26).