Claudia Sheinbaum Pardo, una académica y científica que se desempeñó hasta este año como Jefa de Gobierno de la populosa Ciudad de México, asumió ayer martes la más alta responsabilidad al frente del Estado y se convirtió en presidente de México.
Recibió el bastón de mando de mujeres indígenas en un acto en el Zócalo con simpatizantes donde citó sus 100 compromisos. El presidente de la República del Paraguay Santiago Peña participó de la toma de posesión. Peña ratificó el compromiso con una América Latina más unida e integrada. «Mis mejores deseos para vos en este importante desafío», enfatizó.
«Es tiempo de transformación, es tiempo de mujeres», es la clave que eligió Sheinbaum.
«Después de 503 años llegamos las mujeres y digo llegamos porque no llegó sola”. Hacia atrás, Leona Vicario, Margarita Meza, Adela Belarde, Dolores Jiménez, Las Sufragistas, Enriqueta Gonzalez Baz…; hacia adelante, una promesa con ella misma como emblema: “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y a partir de ahora, por la voluntad del pueblo, la presidenta de los Estados Unidos Mexicanos», agregó la Presidente de México.
Sheinbaum confirmó la continuidad en el «humanismo mexicano» defendido por López Obrador. Además, prometió el respeto a la división de poderes, las libertades sociales y la diversidad en el país.
Por otro lado, Sheinbaum vaticinó ambiciosas reformas constitucionales en materia electoral, para reforzar —según argumentó— la «democracia directa» y fortalecer el mecanismo de revocación de mandato, y de género, con el objetivo de combatir la discriminación y el machismo dentro de la vida pública. La Presidente también prometió la construcción de «más de un millón de viviendas» para el fin de su sexenio.
Fuente: France24