Muchas veces Olimpia jugando bien te gana, jugando más o menos te puede ganar igual y jugando mal te gana igual. Lo de hoy en el Defensores del Chaco no fue la excepción. Fue tembladeral luego de recibir un estiletazo de Ronaldo Báez que daba la ventaja de 1-0 a Trinidense.
El «Triki» así lo planteó. Bien plantado, ordenado, criterioso para cortar y astuto para jugar, le marcó la cancha y puso al Decano patas para arriba. Gastón Oliveira fue otra vez fundamental en el arco olimpista.
En el segundo tiempo, Martín Palermo tuvo que rebuscarse en el banco, para presionar por todas partes y mejoró levemente. Le hizo bien los ingresos de Hugo Fernández y Carlos Arrúa para tratar de jugar a otra cosa.
Precisamente, «Huguito» se sacudió y metió un lindo gol para el 1-1. Empate en un momento crítico. Y se le puede sumar que «Triki» sintió el shock y nunca más volvió a ser el mismo. Olimpia fue un vendaval. De un corner, un rebote. Captura Matías Vera, un pase corto. Para quién? Manuel Capasso, con un zapatazo colocó al ángulo y el 2-1 a favor del Franjeado.
Olimpia festejó después de mucho. Cambió silbidos por aplausos, reclamos por una efervescencia, fastidio por alegría. Y preocupación por entusiasmo. Culminó en fiesta lo que pintaba para caos.
