Desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social confirmaron el fallecimiento de Liz Ávalos, la primera paciente en recibir un trasplante de corazón en el Hospital General Pediátrico «Niños de Acosta Ñu». Así lo hizo saber la doctora Nancy Garay, jefa de Cardiología del citado centro asistencial, en entrevista con Radio 1000.
La joven, de 19 años de edad, había sido sometida al procedimiento hace 12 años. Se desconoce aún la causa del deceso, por lo que el equipo de Cardiología solicitará la autopsia.
En la madrugada de este lunes, 21 de octubre, siendo las 03:00 a.m, en la Urgencias del hospital Pediátrico se registró el ingreso de la joven, ya sin signos de vida.
Los funcionarios del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” lamentan el fallecimiento de Liz Ávalos, niña a la que vieron crecer, y con quien compartían las celebraciones de cumpleaños y las actividades relacionadas a la difusión de mensajes de donación de órganos.
Liz Ávalos, oriunda de Villarrica, fue la primera paciente en recibir un trasplante de corazón en un hospital del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, el 20 de septiembre de 2012.
A causa de una miocardiopatía dilatada, en fase terminal, permaneció internada dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiológicos (UCIC) del “Acosta Ñu” hasta que llegó la noticia de que había un donante.
La cirugía había durado cinco horas. De la misma participaron 24 profesionales, entre ellos la jefa del departamento de cardiología, Dra. Nancy Garay; los cirujanos Marcos Melgarejo y Hugo Recalde; en la coordinación de terapia, el Dr. Diego Gamarra, y como anestesiólogo, el Dr. Felipe González Ávila.
Los primeros meses, luego de haber recibido el alta médica, fue acogida, junto a su hermano y abuela, por una cardióloga del pediátrico hasta que, el 7 de enero del 2013 consiguió, a través de los trámites realizados por el Servicio Social del hospital que la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat brindara la subvención de una casa en las cercanías del Pediátrico “Acosta Ñu”, para que, de esta manera, pudiera seguir con los controles de rigor.
