Los frigoríficos de la Argentina están en jaque por la profunda caída de consumo de carne registrada en los últimos meses. La abrupta merma complica la dinámica de trabajo de las plantas que se dedican al mercado interno, por lo que aducen que se «está evaluando un recorte de horas en los turnos».
Lo que advirtieron desde el sector cárnico es que esta merma significativa en el consumo de este alimento y la consecuente menor producción está haciendo en las plantas frigoríficas principalmente abocadas al mercado interno.
Lo que se está evaluando es la opción de recortar jornadas de los trabajadores en el corto plazo en caso de mantenerse esta dinámica.
Según los datos de la Cámara de la industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra), en el primer trimestre del año el consumo aparente cayó 17,6% marcando así el peor registro de las últimas tres décadas. Además, en marzo el consumo per cápita se ubicó en apenas 42,6 kg por habitante por año, lo que marca un retroceso del 18,5% respecto al año previo.
Lo cierto es que hoy proyectar un repunte en el consumo de carne parece complicado de realizar porque para los próximos meses, dado los sucesivos incrementos de tarifas y que recortaría aún más el poder de compra de los consumidores.
Al mismo tiempo, se conoció que las exportaciones de carne vacuna en marzo aumentaron un 17%, en comparación con los registros de un año atrás. De acuerdo a los datos finales publicados por el Indec, las exportaciones de carne vacuna registraron en marzo un total de 79,18 mil toneladas equivalente res con hueso, inferiores a las 84,93 mil registradas en febrero, pero unas 11.300 más (+16,7%) que las exportadas en marzo de 2023.
Lo que manifestaron en base a los frigoríficos que exportan es que si bien no tienen ningún tipo de regulación para vender su producto en el exterior como sucedía con el Gobierno anterior, remarcan que «no están con altos niveles de rentabilidad ya que el tipo de cambio quedó atrasado con costos de producción que van en aumento, un combo complejo para el mediano plazo».
Marcelo Lozano es carnicero. Su local está en el barrio capitalino de Chacarita, y si bien asegura que la gente no ha dejado de comprar, considera que en el último tiempo cambió su forma de consumo. “La gente busca ofertas, busca el precio. Hay gente que antes llevaba tres kilos y ahora llevan dos kilos, un kilo y medio. Se están cuidando mucho con el tema precios”, dice.
Fuente: Diario Uno Santa Fe