Ana Estrada, una activista que sufría de polimiositis, una enfermedad degenerativa e incurable, falleció luego de ejercer su derecho a la eutanasia.
Este acto la convierte en la primera peruana en acceder a este procedimiento después de una valiente lucha por el derecho a una muerte digna.
Su abogada, Josefina Miró Quesada, confirmó en un comunicado que Estrada falleció “según sus propios términos” y “de acuerdo con su concepto de dignidad”.
La intervención médica fue realizada conforme a un protocolo aislado, que fue aprobado previamente por el Seguro Social de Salud (EsSalud), luego de que el Poder Judicial emitiera una histórica sentencia a su favor, el 23 de febrero de 2021, la cual fue luego ratificada por la Corte Suprema el 14 y 27 de julio del 2022.
«Ana partió agradecida con todas las personas que hicieron eco de su voz, que la acompañaron en su lucha y que, de manera incondicional, apoyaron su decisión con amor y empatía. De manera particular, agradeció a los funcionarios públicos que integraron en su momento la Defensoría del Pueblo y la defendieron cuando la institución patrocinó el caso”, escribió la profesional del derecho.
Fuente: EFE