El Fiscal Gabriel Segovia habló con Radio 1000 sobre la imputación contra el ciudadano brasileño Iván Junio Márquez Almeida (24) por la presunta comisión del hecho punible de secuestro, previsto en el artículo 126, incisos 1° y 2° del Código Penal Paraguayo, modificado por la Ley n.º 3440/08, en concordancia con el artículo 29, inciso 1° del mismo cuerpo legal. El encausado retuvo a dos estudiantes de medicina, también de nacionalidad brasileña, y exigió dinero a sus familiares para liberarlas.
La investigación señala que el hecho ocurrió el 17 de mayo de 2025, alrededor de las 11:30 horas, en el interior de un departamento ubicado en el Edificio Gavilán, sobre la avenida República de Colombia, en el kilómetro 8 Acaray, de Ciudad del Este. En esa ocasión, el presunto criminal ingresó al lugar con un cuchillo en mano y amenazó a Geovanna Ferreira de Sousa, quien empezó a gritar pidiendo ayuda.
En ese momento, salió de otra habitación Isabel Senhora, quien también fue reducida por el supuesto secuestrador. Luego, ató a ambas mujeres de las manos hacia atrás, utilizando precintas y cordones, y las llevó al último dormitorio, donde las mantuvo arrodilladas.
Acto seguido, el agresor les despojó de sus teléfonos celulares con el fin de verificar si tenían dinero en sus cuentas bancarias. Logró transferir a su cuenta 1.176 reales pertenecientes a Isabel. Además, bajo amenazas, la obligó a utilizar otro teléfono para completar la transferencia.
Posteriormente, el imputado llamó a la madre de Geovanna y solicitó la suma de 10 mil reales, reduciendo luego el pedido a 7 mil. Sin embargo, esta transferencia no se concretó. La madre, alarmada, avisó a algunas amigas de su hija, quienes informaron rápidamente al propietario del departamento. Este acudió al lugar con agentes policiales, quienes golpearon la puerta y, al no recibir respuesta, forzaron el ingreso.
Los intervinientes encontraron a las víctimas maniatadas y las liberaron de inmediato. En ese momento, el autor del hecho se refugió en el fondo de una habitación con un cuchillo en mano, amenazando con quitarse la vida. Incluso, comenzó a autolesionarse con el arma blanca y, tras un prolongado intento de persuasión, los intervinientes debieron usar la fuerza para reducirlo y desarmarlo.
Las víctimas declararon que el hombre les manifestó que solo quería dinero, que no les haría daño y que actuaba por órdenes de otros. Aseguró pertenecer al grupo criminal PCC, donde se lo conocía como «Perdiguero», y las amenazó reiteradamente diciendo que si hacían algo en su contra, sus familias sufrirían las consecuencias.
La conducta de Iván Junio Márquez Almeida fue calificada inicialmente como secuestro. La Fiscalía solicitó como medida cautelar la prisión preventiva, y además un plazo de cuatro meses para concluir la investigación.