El centrocampista croata Luka Modric fue el encargado de mencionar que llegó el punto final de una era gloriosa. El futbolista de 38 años anunció este jueves que no continuará en el Real Madrid una vez concluya el Mundial de Clubes 2025, y confirmó que el duelo ante la Real Sociedad de este sábado será su último partido en el Santiago Bernabéu.
«Ha llegado el momento. El momento que nunca quise que llegara, pero así es el fútbol, y en la vida todo tiene un principio y un final…El sábado jugaré mi último partido en el Santiago Bernabéu”, escribió Modric, acompañado de una foto con la camiseta blanca.
“Llegué en 2012 con la ilusión de vestir la camiseta del mejor equipo del mundo y con la ambición de hacer cosas grandes, pero no me podía imaginar lo que vino después. Jugar en el Real Madrid me cambió la vida como futbolista y como persona», maniefestó en su carta.
“Pero más allá de los títulos y las victorias, me llevo en el corazón el cariño de todos los madridistas. De verdad que no sé cómo explicar la conexión tan especial que tengo con vosotros y lo apoyado, respetado y querido que me he sentido y me
siento. Nunca olvidaré cada ovación y todos los gestos de cariño que habéis tenido hacia mí”, expresó con emoción.
Modric aterrizó en Madrid en el verano de 2012, procedente del Tottenham, y desde entonces se convirtió en uno de los pilares fundamentales del equipo más exitoso de la última década. Su legado es mayúsculo: seis Champions League, seis Mundiales de Clubes, cinco Supercopas de Europa, cuatro Ligas, dos Copas del Rey y cinco Supercopas de España.
Su influencia fue tal, que en 2018 rompió la hegemonía Messi-Cristiano al ganar el Balón de Oro, tras una temporada sublime en la Champions y un Mundial donde llevó a Croacia a la final. Más allá de los títulos, Modric fue símbolo de elegancia, compromiso y liderazgo silencioso.
