En apenas un año y medio de presencia en el mercado, Dulce Palmata se consolidó como un jugador emergente en el competitivo rubro de los edulcorantes, y hoy apunta a dar un salto clave: abrir mercado en Sudáfrica. La empresa paraguaya, que produce un endulzante natural a base de ka’a he’ẽ (stevia rebaudiana), ya envió sus primeras muestras a Ciudad del Cabo, con una recepción positiva que allana el camino para los primeros envíos comerciales en los próximos tres meses.
Raúl Giménez, representante legal y accionista de la firma, en entrevista con Radio 1000 e InfoNegocios, señaló que específicamente están trabajando en los registros de marca y en la homologación de normas sanitarias, que son requisitos fundamentales para ingresar a Sudáfrica. «La aceptación de las muestras fue muy buena y eso nos motiva a acelerar los procesos», remarcó.
La estrategia de Dulce Palmata combina el crecimiento sostenido en el mercado interno con la apertura hacia destinos internacionales. A nivel local, la empresa ya está presente en 40 supermercados de Asunción, incluyendo cadenas como Real Villa Morra, Cacique y Gran Vía.
El objetivo inmediato es ampliar la distribución a nivel nacional para facilitar el acceso a un producto pensado para personas con diabetes, hipertensión, pacientes oncológicos y quienes buscan alternativas saludables al azúcar y a los edulcorantes artificiales.
En paralelo, la empresa apunta a consolidarse en Sudáfrica como su primer destino internacional. “No buscamos expandirnos por una cuestión meramente económica, sino porque queremos que más personas accedan a un producto con bondades comprobadas para la salud”, subrayó Giménez.
El edulcorante de Dulce Palmata se distingue por eliminar el sabor metálico o amargo que suele caracterizar a la stevia. Este logro demandó seis años de investigación antes de salir al mercado. “La clave fue perfeccionar el proceso para que el producto mantenga su dulzor natural sin perder sus propiedades medicinales”, comenta Giménez, quien es médico investigador y lideró los ensayos.
El impacto fue inmediato: en su primer año de operaciones alcanzaron ventas por 1.700 millones de guaraníes. El producto no solo ganó espacio en supermercados, sino también en hospitales como el Regional de Ñeembucú, donde especialistas comenzaron a recomendarlo a pacientes diabéticos.
La planta industrial de Villeta, levantada con una inversión de G. 2.500 millones, permite una producción semanal de 36.000 frascos de 100 ml, 15.000 frascos de 250 ml y otros 15.000 de 500 ml. Este nivel de capacidad responde tanto a la demanda interna como a los planes de exportación.
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