El Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (MINNA) conmemoró los 20 años del Programa Abrazo, una política pública que marcó un antes y un después en la protección de la niñez paraguaya frente al trabajo infantil. La celebración, encabezada por el ministro Walter Gutiérrez, reunió a autoridades nacionales, representantes locales y a las verdaderas protagonistas de esta historia: las familias beneficiarias.
Durante estas dos décadas, Abrazo se consolidó como uno de los pilares sociales más importantes del país, ofreciendo atención integral, apoyo escolar, alimentación, acompañamiento psicosocial y transferencias monetarias condicionadas a miles de niños, niñas y adolescentes. Hoy, su presencia se extiende a 14 departamentos del Paraguay, con la meta de alcanzar los 17 en los próximos años.
“Este programa nació para dar respuestas a problemas complejos en momentos muy difíciles para nuestra población. Hoy, gracias al compromiso de tantas personas, hemos logrado que miles de niños estén protegidos y tengan una oportunidad de crecer lejos de la explotación”, expresó el ministro Walter Gutiérrez durante el acto.
La ceremonia —cargada de emoción y memoria— contó con la participación de los ministros Cynthia Figueredo (de la Mujer) y Luis Ramírez (de Educación y Ciencias); del expresidente Nicanor Duarte Frutos, bajo cuyo gobierno se creó el programa; del intendente de Asunción, Luis Bello; de Antonella Albertini en representación de la Oficina de la Primera Dama, así como de gobernadores e intendentes de distintas localidades del país.
Duarte Frutos recordó los inicios de Abrazo como un logro de consenso entre partidos y sociedad civil: “Me emociona ver que veinte años después sigue vivo, fortalecido, y más necesario que nunca. Es una muestra de lo que puede hacer un Estado que decide proteger con dignidad”, señaló.
En nombre de las madres beneficiarias, Nilsa Vera, del barrio Sol Naciente de Villeta, dio testimonio del cambio que significó el programa para su familia. “Abrazo me dio otra perspectiva de vida. Mis hijos ahora estudian, están bien alimentados y cuidados. Yo sola no habría podido hacerlo. Gracias a este apoyo, pudimos salir adelante”, expresó con lágrimas y gratitud.
La representante de la Oficina de la Primera Dama, Antonella Albertini, reafirmó la disposición de la Primera Dama Leticia Ocampo en seguir cooperando con un programa “de alto contenido social y muy cercano a su corazón”.
El ministro Gutiérrez también dedicó un mensaje especial a los equipos técnicos y funcionarios que sostienen el programa día a día: “Nada de esto sería posible sin el trabajo de quienes están en territorio, acompañando, escuchando y abrazando con cariño a cada niño y niña”.
El Programa Abrazo es hoy una red nacional de protección que integra esfuerzos con Tekoporã, Hambre Cero, las gobernaciones y las municipalidades, reafirmando el compromiso del Estado paraguayo con la erradicación del trabajo infantil y el bienestar de la niñez.
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