El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández recibió una condena de 45 años de prisión por delitos de narcotráfico en Estados Unidos.
Un tribunal de Manhattan en Nueva York lo había declarado culpable en marzo de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y de poseer «dispositivos destructivos», como ametralladoras.
Los fiscales de Nueva York alegaron que Hernández había dirigido el país centroamericano como un «narcoestado» y aceptado millones de dólares en sobornos de narcotraficantes para protegerlos de la ley.
«Pavimentó una autopista de cocaína hacia Estados Unidos, protegido por ametralladoras», expresaron los fiscales en sus argumentos finales antes de anunciar la condena.
“Soy inocente”, expresó Hernández en su audiencia de condena, según la agencia Associated Press, y aseguró haber sido “acusado errónea e injustamente».
Durante la audiencia, el juez lo calificó como un “político de dos caras hambriento de poder”.
El exmandatario de 55 años se encuentra recluido en una cárcel de Brooklyn (Nueva York) desde que fue extraditado a Estados Unidos.
El juez de Manhattan que supervisaba el caso rechazó el mes pasado su moción para un nuevo juicio después de que sus abogados argumentaran que el proceso estuvo contaminado por el testimonio incorrecto de un agente de la ley que declaró que el tráfico de cocaína había aumentado en Honduras durante el mandato del ex presidente.
El juez de distrito estadounidense Kevin Castel consideró que el error era «inmaterial» en relación al cargo de conspiración con narcotraficantes.
«La condena de Hernández se basó en el testimonio, durante el transcurso de un juicio de tres semanas, de numerosos testigos, cuyos relatos fueron corroborados en parte por registros telefónicos y un libro de contabilidad de drogas recuperado», escribió el juez Castel.
Hernández fue presidente de Honduras de 2014 a 2022 y sirvió durante dos mandatos consecutivos en esta nación de más de 10 millones de habitantes.
Inicialmente se presentó como candidato de la ley y el orden, y prometió abordar el problema de los delitos relacionados con las drogas en el país.
Sin embargo, los fiscales lo acusaron de asociarse con «algunos de los narcotraficantes más importantes del mundo para construir un imperio corrupto y brutalmente violento basado en el tráfico ilegal de toneladas de cocaína a Estados Unidos».
Tres meses después de dejar el puesto, fue extraditado a Nueva York y arrestado en abril de 2022 para enfrentar cargos federales en Estados Unidos.
Fuente: BBC