Una vez que culminó el partido entre Colombia y Uruguay, que dejó a los «cafeteros» en la final contra Argentina por la Copa América, algunos de los jugadores charrúas, sobre todo el delantero Darwin Núñez, se pelearon con hinchas del equipo vencedor.
La Conmebol emitió un comunicado en el que condenó «enérgicamente» el acto de violencia, que incluyó golpes de puño.
«No hay lugar para la intolerancia ni dentro ni fuera de la cancha», escribió la entidad aunque no informó si habrá sanciones o tomará algún tipo de acción contra los deportistas involucrados.