Dos encomiendas provenientes de Miami tuvieron que ser retenidas por reunir perfiles sospechosos y a su vez despertar la reacción de canes antidrogas en la zona de paquetes aéreos del aeropuerto Silvio Pettirossi.
Para revalidar la detección de un posible traslado de drogas, los paquetes consistentes en una mecedora para bebés y un cargador fueron llevados hasta la Oficina de Atención Permanente del Palacio de Justicia, lugar donde confirmaron el tráfico de marihuana genéticamente modifica en el interior de los artículos en presencia de la fiscal Pamela Pérez y la jueza Lici Teresita Sánchez.
La primera acción consistió en desarmar la mecedora, donde detectaron el traslado de paquetes de marihuana procesada en laboratorio para alcanzar los niveles más altos de THC. En esta apertura la droga alcanzó un peso de 1 kilo 400 gramos.
Respecto de la segunda examinación, los intervinientes notaron que un equipo cargador para baterías de autos era el vehículo para el transporte de la misma sustancia. El aparato iba colmado de paquetes que alcanzaron un peso total de 4 kilos 800 gramos.
Si bien el esquema encargado del tráfico todavía es materia de investigación, los análisis determinaron que existe constantes intentos de ingreso del mismo tipo de droga desde Estados Unidos al mercado local. La diferencia frente a la marihuana convencional radica en que los niveles de THC pueden ser hasta 20 veces mayores. Cada kilo de esta sustancia tiene un valor aproximado a 4.000 dólares en la región.
