El Presidente de la República, Santiago Peña, presentó esta noche de lunes su informe de gestión ante el Congreso de la Nación, afirmando en la primera parte de su discurso que recibió un país totalmente a la deriva, y hablando más de una vez de «cinco años perdidos» mientras citaba los logros que consideraba que su Gobierno ha alcanzado durante su primer año.
Uno de los puntos más importantes de su gestión, el Proyecto «Hambre Cero», fue resaltado por el mandatario, comentando que el Gobierno se está planteando generar todas las condiciones para que la educación sea mejorada desde la alimentación, reconociendo los malos resultados educativos con los que cuenta nuestro país y los constantes problemas en cuanto a infraestructura y contenido.
Habló de numerosos proyectos como «Tapé», el cual busca la mejora en numerosas escuelas de todo el país, además de otros programas de capacitación e intercambio internacional. Señaló que la digitalización es un pilar fundamental en el proceso de mejora de la educación en el Paraguay.
En materia de salud habló de futuras mejoras en el Hospital del Cáncer y la construcción de centros médicos modernos y de referencia tanto en el sur del país como en Coronel Oviedo.
Entre otras cosas también habló de la importancia de tener en cuenta al medio ambiente, «pero sin arrodillarse ante potencias extranjeras», haciendo probablemente referencia a los requerimientos polémicos que se le han hecho al país desde foros ambientales liderados por otras naciones.
Agradeció al Congreso por su apoyo político durante su primer año de gestión, asegurando que el actual Poder Legislativo se ha animado a trabajar incluso en contra de ciertos intereses que antes, según palabras del Presidente, no se querían tocar. «Considero que estos 35 años de democracia han sido los más felices del pueblo paraguayo», manifestó Peña, admitiendo que estas décadas también han tenido sus sombras.
El Presidente actual llegó a manifestar durante su discurso, que los últimos cinco años antes de que él asumiera representaron un retroceso, según él, presentándose regresiones en todas las instituciones. Citó particularmente el caso de Petropar, afirmando que de combustible barato, se pasó a negociados con agua tónica.
Ya hablando específicamente de su gestión, Peña destacó la creación del Ministerio de Economía durante el proceso de transición, algo que afirmó que no había intenciones de hacer antes de su asunción. Así mismo, agregó otras medidas en cuanto a fusiones y reestructuraciones de instituciones públicas como grandes logros en este primer año.
El mandatario habló de un «modelo paraguayo» que está siendo admirado en el mundo, haciendo referencia a la estabilidad macroeconómica que goza nuestra nación desde hace décadas. Reconoció que la inseguridad ciudadana es uno de los problemas que más le preocupa, asegurando que con la reactivación del Consejo Nacional de Defensa se ha avanzado en la lucha contra el crimen organizado.
En este mismo sentido, destacó su decisión de sumar a las FFAA a los trabajos de seguridad en distintas zonas del país donde las fuerzas policiales requerían refuerzos, además de dar detalles sobre el Programa SUMAR, destinado a luchar contra la delincuencia proveniente del consumo de drogas a temprana edad.
Por supuesto, también resaltó lo realizado en el Operativo Veneratio, el cual asegura le devolvió al Estado la soberanía sobre la cárcel de Tacumbú, la cual se encontraba dominada por grupos de microtraficantes, particularmente el Clan Rotela. Brindó un homenaje a los efectivos de seguridad que fallecieron durante el mencionado operativo.
