Ozzy Osbourne falleció de un infarto el 22 de julio a los 76 años, según su certificado de defunción, obtenido por The New York Times esta semana.
El documento señala un paro cardíaco extrahospitalario como causa inmediata, junto con un infarto agudo de miocardio y otras afecciones subyacentes, como la enfermedad de las arterias coronarias y la enfermedad de Parkinson con disfunción autonómica.
El certificado, presentado en una oficina de registro civil del distrito londinense de Hillingdon, fue presentado por la hija de Osbourne, Aimée Osbourne.
Associated Press solicitó confirmación a la oficina de registro civil local, pero aún no ha recibido respuesta. Los representantes de Osbourne tampoco han hecho comentarios públicos sobre el documento.
El exlíder de Black Sabbath llevaba mucho tiempo lidiando con problemas de salud. En 2020, reveló que le habían diagnosticado párkinson tras complicaciones derivadas de una caída. A pesar de sus problemas de salud, Osbourne continuó realizando apariciones públicas y actuando de forma selectiva.
Su último concierto tuvo lugar en su ciudad natal, Birmingham, pocas semanas antes de su muerte. Los fans se congregaron en masa para rendir homenaje al músico, quien cerró el concierto sentado en un trono negro. «No tienen idea de cómo me siento; gracias de todo corazón», dijo durante la actuación. «Todos ustedes son… especiales».
Osbourne, ampliamente conocido por ser pionero del heavy metal y posteriormente alcanzar una fama inesperada gracias a los realities, se encontraba rodeado de su familia al momento de su fallecimiento. El comunicado oficial de su familia pidió privacidad y confirmó que había fallecido en paz.
Fuente: The New York Times
Discussion about this post