El senador Eduardo Nakayama, expresó que la situación moral del Congreso es «sumamente grave», refiriéndose a que el Ministerio Público confirmó que su colega Erico Galeano recibió dinero y brindó logística a Sebastián Marset. Dijo que «no es saludable» tener un legislador vinculado al narcotráfico en el Congreso.
«Definitivamente tener a un legislador salpicado por hechos de la vado de dinero, narcotráfico y vinculado al crimen organizado no es saludable», apuntó. Nakayama lamentó que constitucionalmente no se pueda exigir al legislador su renuncia y señaló que teniendo en cuenta ya las acusaciones contra él, este ni siquiera debió haber jurado por “ética”.
«El crimen organizado ya no está tocando nuestra puerta. Está dentro de nuestra casa», advirtió, refiriéndose al Congreso y también en alusión al exdirector de la SENAD que figuraba como funcionario de la Cámara de Diputados y que estaría ligado a “Tío Rico”, socio del capo narco Sebastián Marset.
En su acusación, la Fiscalía sostiene que, lejos de una “casualidad”, en realidad hay una “causalidad” entre el senador Erico Galeano y el tráfico de drogas liderado por Miguel Insfrán, alias Tío Rico, y Sebastián Marset.
