Gustavo Alfaro, el seleccionador argentino que dirige a la Albirroja, artífice de esta gran levantada, habló en conferencia de prensa y dejó sus sensaciones tras el enorme triunfo ante la campeona del mundo Argentina.
Puntualizó cuestiones clave, la enseñanza que le dieron sus futbolistas y cuándo empezó a creer en sus futbolistas.
De por qué se cargaron a la Albiceleste en el momento más complejo del partido, Alfaro, fiel a su estilo, argumentó que «cuando uno se enfrenta al campeón del mundo en vigencia de nivel, en la vigencia de ser el campeón de las dos últimas Copas Américas también, de ser el líder de la eliminatoria, con jugadores premiados con justicia, con la jerarquía que tiene en el plantel, con el mejor jugador del mundo, enfrentarlo desde la humildad y rebeldía era un desafío, más cuando empezás perdiendo, eso era meramente futbolístico».
«Cuando empezamos a recorrer el camino era impresionante, había mucho chiquitos… yo les decía a los muchachos que el fútbol es tan impiadoso, tan injusto, tan ingrato que, para los entrenadores, sabemos cuándo empezamos, pero no cuándo terminamos porque es difícil terminar un contrato. Para sobrevivir en este ámbito tenemos que matar la pasión para sobrevivir, por eso me cuesta gritar los goles. Por eso cuando uno ve a toda esa gente con la camiseta, uno mide el termómetro del país. No tengo contacto, pero lo veo y vivo acá, el sentimiento de la gente era estar con la camiseta de Paraguay rindiéndole tributo a los jugadores que pasaban, y me vi yo cuando era pibe en las calles de Rafaela y vi a los jugadores también, que soñaban lo mismo cuando eran chicos, entonces cómo no hacerle un guiño a toda una Nación», expresó Alfaro.
Adentrándose nuevamente a lo que fue el partido en sí, en el cual no había margen de respiro, Alfaro definió que «si te tuviese que definir por qué lo ganamos, es por la rebeldía contra la adversidad, contra los pronosticadores de fracaso, contra los que venden las fatalidades anunciadas. El alma de este jugador es muy noble y nunca hay que darla por muerta. Nuestra realidad es por los jugadores que lucharon, por más que hace tres mundiales que no juegan y me hacen las cosas más fácil. Conseguimos tres puntos muy difíciles contra la Argentina; les ganamos, pero no conseguimos nada. Recién hoy conseguimos los puntos que necesitamos para ir al Mundial. Sí, lo que hicimos fue importante, pero no nos alcanza. Todavía tenemos que conseguir puntos importantes. Pero el camino lo sentimos nosotros, el país y los rivales también».
QUÉ APRENDIÓ DEL JUGADOR PARAGUAYO
Para que todo pueda revertirse y Paraguay hoy esté en puestos de clasificación al Mundial, Alfaro respondió lo siguiente: «me enseñó mucho, se los decía ayer a los muchachos. Muchas veces los entrenadores dirigimos el primer partido, y lo agarramos a mitad de camino y decimos que no tenemos tiempo de trabajo; verdades a medias, porque no tuve ni tengo tiempo para trabajar, con Miguel Almirón y Ramón Sosa trabajamos 25 minutos ayer, y el profe después me miraba con mala cara porque había viajado mucho y lo entrenamos mucho. Ellos me enseñaron que se encolumnan detrás de un sentimiento».
La próxima fecha Paraguay deberá visitar a Bolivia en los 4.150 metros de El Alto, donde hasta ahora, la Verde no perdió ningún punto.